Centro Krystal Esmeralda

jueves, 20 de junio de 2019

SOLSTICIO DE VERANO

SOLSTICIO DE VERANO

Desde tiempos inmemorables, el Ser Humano ha sentido la necesidad de vivir en comunión con la Naturaleza y sus ciclos y ritmos.

Mediante rituales y ceremonias religiosas,mágicas o espirituales, buscaba la conexión con todo lo que le rodeaba, con los Astros, especialmente las Luminarias, pues por observación sentía la influencia de éstos en nuestras vidas.

Sabía de la importancia en cuanto a los cultivos, la fertilidad de los animales, la abundancia de las cosechas para el bienestar de la comunidad, la importancia del equilibrio del clima en cada una de las estaciones, por lo que los equinoccios y solsticios cobraban especial impotancia, pues marcaban los cambios estacionales con todo lo que implicaba.

La recogida de los frutos propios de la estación, de las plantas medicinales, la siembra de los nuevos, así como todas las labores del campo, estaban regidos por estos ritmos.

Se sabía de la energía que emana de las plantas, de los minerales, potenciados en ciertos momentos astrológicos, y éstos se aprovechaban para obtener las bondades en beneficio de la salud, de la abundancia, la fertilidad…

Posteriormente esos rituales paganos basados en la sabiduría popular y la intuición, asi como el culto a la Naturaleza, representada en la Diosa, fueron sustituídos por el patriarcado, pasando a ser festividades religiosas como las Católicas, perdiendo de esta manera toda su esencia y sabiduría.

Del 21 al 24 de junio se celebra el Solsticio de verano, en el que la mayor horas de Luz Solar, dan comienzo al período estival.

El elemento purificador del Fuego y transmutador, es evocado en las tradicionales hogueras para ayudarnos a dejar atrás todo aquello que ya no nos sirve.

La recogida de las plantas mágicas como el Hipérico, conocido también como la hierba de San Juan, con múltiples propiedades, especialmente como regeneradoras de la piel, por lo que podemos preparar una aceite con sus bondades para la piel, en una base de aceite de oliva virgen, dejando la planta macerar y posteriormente colándolo y almacenándolo en una frasco de cristal opaco para evitar que se estropee, es una de las muchas cosas que podemos aprovechar en estos días mágicos.

La recogida de romero, lavanda, ruda, verbena y otras aromáticas, para después atarlo con un lazo y colocarlo sobre la puerta de entrada de la casa, nos dará protección y buena suerte.

Pero lo más importante es vivir este proceso de transformación con conciencia.

Haciendo una meditación para dejar ir todo aquello que ya no nos sirve, dejando atrás recuerdos dolorosos, relaciones, etc, desde la gratitud pues ya cumplieron su papel de Maestros y debemos seguir adelante para vivir nuevas experiencias.

Para ello podemos tomar previamente un baño purificador con Sal marina y añadir unas gotas de aceite esencial de romero, lavanda, pétalos de rosas…

Después nos pondremos ropa limpia y prepararemos nuestro lugar de meditación, en el que estarán representados los 4 elementos:

Un recipiente con Sal, en representación de la tierra, un cuenco o copa con agua, incienso, en representación del aire, una vela para el fuego, y podremos añadir unas flores y si tenemos alguna pluma y cuarzo, representando el reino vegetal, animal y mineral.

Podremos poner alguna música que nos ayude a aislarnos del ruido exterior y a concentrarnos, entonar un mantram, un cántico, etc.

Antes de las 12 de la noche del día 23 nos sentaremos y en profunda meditación veremos que son aquellas cosas, energías, pensamientos, recuerdos, etc, del pasado que nos están impidiendo avanzar y mejorar nuestras vidas.

Lo escribiremos a modo de carta al Universo, pudiendo pedir asistencia a nuestros Ángeles y Guías, pidiendo que nos ayuden a liberarnos y a transmutar ésto.

Cuando lo hayamos interiorizado y estemos dispuestos también a iniciar los cambios necesarios, dando las gracias lo bendiciremos y lo pasaremos por los 4 elementos, terminando en el fuego donde lo quemaremos, por supuesto con precaución y en un lugar sin riesgo de incendio.

Después podremos dejar todo durante la noche al sereno y al amanecer enterrarlo pidiendo ayuda a la Tierra para quedarnos libres de todo lo que en conciencia hemos entregado.

Por supuesto cada uno puede poner su toque personal a esta propuesta para el Solsticio de verano.

Ana Isabel Gallego.

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