SOLSTICIO DE VERANO
Desde tiempos
inmemorables, el Ser Humano ha sentido la necesidad de vivir en
comunión con la Naturaleza y sus ciclos y ritmos.
Mediante rituales y
ceremonias religiosas,mágicas o espirituales, buscaba la conexión
con todo lo que le rodeaba, con los Astros, especialmente las
Luminarias, pues por observación sentía la influencia de éstos en
nuestras vidas.
Sabía de la
importancia en cuanto a los cultivos, la fertilidad de los animales,
la abundancia de las cosechas para el bienestar de la comunidad, la
importancia del equilibrio del clima en cada una de las estaciones,
por lo que los equinoccios y solsticios cobraban especial impotancia,
pues marcaban los cambios estacionales con todo lo que implicaba.
La recogida de los
frutos propios de la estación, de las plantas medicinales, la
siembra de los nuevos, así como todas las labores del campo, estaban
regidos por estos ritmos.
Se sabía de la
energía que emana de las plantas, de los minerales, potenciados en
ciertos momentos astrológicos, y éstos se aprovechaban para obtener
las bondades en beneficio de la salud, de la abundancia, la
fertilidad…
Posteriormente esos
rituales paganos basados en la sabiduría popular y la intuición,
asi como el culto a la Naturaleza, representada en la Diosa, fueron
sustituídos por el patriarcado, pasando a ser festividades
religiosas como las Católicas, perdiendo de esta manera toda su
esencia y sabiduría.
Del 21 al 24 de
junio se celebra el Solsticio de verano, en el que la mayor horas de
Luz Solar, dan comienzo al período estival.
El elemento
purificador del Fuego y transmutador, es evocado en las tradicionales
hogueras para ayudarnos a dejar atrás todo aquello que ya no nos
sirve.
La recogida de las
plantas mágicas como el Hipérico, conocido también como la hierba
de San Juan, con múltiples propiedades, especialmente como
regeneradoras de la piel, por lo que podemos preparar una aceite con
sus bondades para la piel, en una base de aceite de oliva virgen,
dejando la planta macerar y posteriormente colándolo y almacenándolo
en una frasco de cristal opaco para evitar que se estropee, es una de
las muchas cosas que podemos aprovechar en estos días mágicos.
La recogida de
romero, lavanda, ruda, verbena y otras aromáticas, para después
atarlo con un lazo y colocarlo sobre la puerta de entrada de la casa,
nos dará protección y buena suerte.
Pero lo más
importante es vivir este proceso de transformación con conciencia.
Haciendo una
meditación para dejar ir todo aquello que ya no nos sirve, dejando
atrás recuerdos dolorosos, relaciones, etc, desde la gratitud pues
ya cumplieron su papel de Maestros y debemos seguir adelante para
vivir nuevas experiencias.
Para ello podemos
tomar previamente un baño purificador con Sal marina y añadir unas
gotas de aceite esencial de romero, lavanda, pétalos de rosas…
Después nos
pondremos ropa limpia y prepararemos nuestro lugar de meditación, en
el que estarán representados los 4 elementos:
Un recipiente con
Sal, en representación de la tierra, un cuenco o copa con agua,
incienso, en representación del aire, una vela para el fuego, y
podremos añadir unas flores y si tenemos alguna pluma y cuarzo,
representando el reino vegetal, animal y mineral.
Podremos poner
alguna música que nos ayude a aislarnos del ruido exterior y a
concentrarnos, entonar un mantram, un cántico, etc.
Antes de las 12 de
la noche del día 23 nos sentaremos y en profunda meditación veremos
que son aquellas cosas, energías, pensamientos, recuerdos, etc, del
pasado que nos están impidiendo avanzar y mejorar nuestras vidas.
Lo escribiremos a
modo de carta al Universo, pudiendo pedir asistencia a nuestros
Ángeles y Guías, pidiendo que nos ayuden a liberarnos y a
transmutar ésto.
Cuando lo hayamos
interiorizado y estemos dispuestos también a iniciar los cambios
necesarios, dando las gracias lo bendiciremos y lo pasaremos por los
4 elementos, terminando en el fuego donde lo quemaremos, por supuesto
con precaución y en un lugar sin riesgo de incendio.
Después podremos
dejar todo durante la noche al sereno y al amanecer enterrarlo
pidiendo ayuda a la Tierra para quedarnos libres de todo lo que en
conciencia hemos entregado.
Por supuesto cada
uno puede poner su toque personal a esta propuesta para el Solsticio
de verano.
Ana Isabel Gallego.