HAGAMOS DE LOS
ALIMENTOS NUESTRA MEDICINA
Desde siempre se han
venido utilizando en las Medicinas Tradicionales, las propiedades
energéticas de los alimentos.
Se respetaba la
naturaleza fía o caliente, la estación del año y lo que de manera
natural encontrábamos en nuestro entorno, lo que el cuerpo nos
pedía.
Por ejemplo en la
Medicina Tradicional China, en la que la naturaleza Yin o Yang, fría
o caliente, expansiva o interiorizante, los sabores, colores, la
naturaleza dentro de los 5 elementos en los que estamos también
constituídos, cada sabor con su movimiento, metal, fuego, tierra,
madera, agua… se utilizan para equilibrar la energética de
nuestros meridianos, según nuestras propias necesidades y por
supuesto la energía del movimiento de la estación en la que nos
encontramos.
La
industrialización, el procesado de los alimentos, el cultivo en
invernaderos, los transgénicos, todos los conservantes, envasados,
etc. hacen que podamos disponer de muchos alimentos que no
corresponden al clima del lugar donde vivimos, además de estar
desnaturalizados y de haber perdido su energía vital, su prana.
Se puede observar,
por ejemplo, mediante cámara kirlian la diferencia del biocampo
energético que emite una manzana recién cortada a una conservada en
cámara o un huevo ecológico de gallina feliz a uno de una gallina
enjaulada y con sufrimiento.
Por lo que tenemos
que ser conscientes, y preguntarnos cuando vamos a elegir el
alimento, si lo que vamos a ingerir es para saciar el hambre o para
nutrir nuestras células con lo que necesitan.
Observar la energía
que nos aporta cada alimento, cómo nos sentimos después de haberlo
ingerido, energetizados o aletargados, si tenemos la mente despierta
o nos cuesta concentrarnos, todo eso nos habla de qué es lo que
realmente cuida de nuestro cuerpo y qué no.
Darse un capricho de
vez en cuando, siempre que no haya una intolerancia está bien, y hay
que disfrutarlo sin ningún sentimiento de culpa.
Pero que el hábito
diario sea el de alimentarnos no solo saciarnos.
Estamos ahora en la
estación otoñal, para la Medicina Tradicional China, estamos ahora
en el verano tardío, movimiento Tierra, energía calor humedad que
predomina en Bazo Estómago Páncreas, y vamos hacia el Metal, Pulmón
e Intestino Grueso.
Es tiempo de dejar
de tomar alimentos de naturaleza fría crudos, pues un exceso daña
la energía de Bazo, produciendo retención de humedad, de líquidos,
y que si se estanca y no se metaboliza produce flema y mucosidad.
Cuidar nuestra
energía mejorará el terreno, haciendo más difícil la
proliferación de agentes patógenos, como hongos, virus y bacterias.
Comenzar el día
alcalinizando nuestro organismo, con un vaso de agua templada con
zumo de limón y una pizca de bicarbonato, mejorará
considerablemente nuestra energía.
Para desayunar una
crema de mijo (más adelante tenéis la receta), una compota de
fruta, unas tostadas de pan sin gluten (trigo sarraceno, tef, etc)
con aceite de oliva de primera presión en frío, tahín (puré de
sésamo muy rico en fosfolípidos, indispensables para el sistema
nervioso, y fuente importante de calcio), miel de buena calidad, té
o café con bebida de arroz, quinoa, coco u otras vegetales, hará
que comencemos el día con energía.
A media mañana una
pieza de fruta, o compota si no se tomó con el desayuno, unos frutos
secos (crudos sin tostar ni sal,preferiblemente abiertos en el
momento o envasados al vacío), dátiles al natural, un té verde
(rico en antioxidantes) Roiboos (sin teína) Bancha o Kukicha
(alcalinizantes), Mu (fantásticas propiedades depurativas) …
Para comer arroz
integral, cocido con una ciruela Umeboshi (fantásticas propiedades
alcalinizantes, antibacterianas entre otras) un trocito de alga
Wakame o Kombu, y luego cocinado con verduras al dente, inmejorable
si se le añade Shiitake, que nos subirá las defensas.
Una crema de
legumbres, sopa de verduras, cremas de verduras, legumbres estofadas,
ensalada tibia o verduras rehogadas, acompañadas de una proteína de
calidad (la carne, sobre todo la roja no es para nada necesaria y
además acidifica el terreno haciéndolo más propenso al cansancio,
fatiga etc.
Mejor en caso de
comer proteína animal, pavo, huevos ecológicos, pescado (evitar los
grandes por su gran contenido de mercurio como el emperador y el atún
y siempre congelados por los Anisakis)
Una infusión
digestiva: Anís estrellado (fantástico antiviral), Regaliz
(antiviral y metabolizador de las mucosidades, siempre que no hay
problema de hipertensión) Cardamomo, Manzanilla (fantástica aliada
para calmar, limpiar, depurar), se puede añadir Jenjibre
(antiparasitario, antiviral, estimulante del Metal, por tanto Pulmón e
Intestino, antiinflamatorio natural), Canela (buena aliada para el
metabolismo de la glucosa y de naturaleza caliente y picante, cuida la
energía del Páncreas, del Bazo y del Pulmón…
Para merendar, unos
frutos secos, o compota, o manzana asada…
Y para cenar una
ensalada:
Canónigos, Aguacate
(alimento estrella), Endivias, Escarola, Zanahoria rallada,
Remolacha, Tomate, Brócoli escaldado ligeramente, Kale, Brotes y
germinados, Espinaca, Semillas, Nueces...se puede aliñar con
orégano, ortiga, gomasio (sal marina con sésamo) se pueden añadir
algas… siempre con un buen aceite virgen de primera presión en
frío. Se puede alternar el de oliva con el de sésamo, de lino…
Otras veces sopas de
verduras, cremas, verduras a la plancha y algo de proteína de
calidad.
Infusión relajante:
Tila, Azahar y Melisa por ejemplo, nos ayudarán a tener un sueño
reparador.
Más adelante en
otros artículos, hablaremos de la Sopa de Miso, del Humus… os dejo
ahora la receta de la Compota.
La compota se puede
preparar con manzanas, peras o las dos, dependiendo de si tenemos
problemas para limpiar el intestino, si es así mejor de pera.
Vamos a añadir aquí
el Kuzu, un gran alíado para mejorar nuestra salud intestinal.
El Kuzu es la raíz
de la Pueraria, y se viene utilizando en la Medicina Tradicional
China desde la antigüedad.
No tiene sabor, solo
espesa ligeramente, por lo que se puede añadir a cualquier crema,
caldo, compota, incluso a un poco de bebida vegetal.
Vamos a utilizar
especias como el clavo y la canela y un buen aromatizante natural, la
cáscara del limón.
Pondremos agua en
una cazuela con corteza de limón, clavos de olor, canela en rama y
dejamos que cueza mientras pelamos y cortamos la fruta en rodajitas o
trocitos pequeños, las manzanas, las peras o ambas.
Cuando las tenemos
las añadimos y mientras en medio vaso de agua fría, desleímos una
cucharadita de Kuzu y cuando la fruta esté casi lista lo añadimos y
bajamos el fuego, dejándolo hervir unos cuatro minutos, podemos aquí
añadir, si nos apetece, unos piñones, dátiles, pasas…
Cuando ya esté
lista la apartamos y espolvoreamos con canela molida. Si se desea
endulzar mejor con miel o panela.
Algo delicioso y
buenísimo para el cuidado de nuestro intestino.
Se puede dejar
preparado y tomar en las meriendas, desayuno, media mañana…
siempre sacándolo con antelación de la nevera para que no esté
excesivamente frío.
Qué aproveche! Y
¡Qué el alimento sea tu medicina!
Ana Isabel Gallego.