INTEGRAR EL CAMBIO ESTACIONAL
Hay una estación intermedia, al final del verano y antes de que entre el otoño, se encuentra, dentro del contexto de la Bioenergética y la Medicina Tradicional China, es el período llamado el verano tardío.
Cuando observamos la Naturaleza y nos permitimos ir con sus ritmos, sentimos de una manera natural ir adaptando nuestros hábitos con los cambios estacionales.
Todos los reinos en la Naturaleza viven los ciclos de expansión y de introspección, de gestación, nacimiento, crecimiento, fertilidad, muerte, renovación… Son los ciclos vitales que todos los Seres vivimos en esta experiencia de vida.
Cuando nos resistimos, es cuando podemos sentirnos fatigados, desvitalizados, deprimidos e incluso enfermar.
Conocer y conocernos a nosotros mismos, reconocer estos ciclos vitales y vivirlos con conciencia, nos ayudará a vivir una vida más plena y consciente.
Cada una de las estaciones tiene un elemento que es el que predomina en nosotros, uno de los cinco elementos según la Medicina Tradicional China, que nutre a dos de los Meridianos principales.
Preparar los trasvases energéticos entre movimientos y elementos, nos hará mantener nuestro equilibrio y nuestra salud.
Ahora estamos viviendo el cambio entre el fuego del verano, lo más yang al movimiento metal del otoño, entre ellos la tierra en el llamado verano tardío.
En este momento la humedad predomina. Si hay desequilibrio en el movimiento tierra que nutre al Bazo y Estómago, puede generar un exceso de humedad en el organismo, produciendo flema y estancamientos.
Por eso hay que nutrir a la tierra con su sabor, con sus alimentos, con la actitud energética adecuada, para evitar problemas digestivos, mentales y emocionales.
La emoción asociada a la tierra si no está equilibrada es la obsesión.
También nos puede provocar falta de concentración y de memoria, por eso, conocer bien la energética de la alimentación adecuada a cada momento, puede ayudarnos a mantener una mente despierta.
Hay alimentos que nos embotan. Después de tomarlos podemos sentir un estado euforia y luego un efecto rebote.
Importante y fundamental en el desarrollo de los niños.
Las harinas refinadas, carbohidratos de alto índice glucémico, azúcar refinada, procesados… productos elaborados que nos desvitalizan y además son adictivos, favorecen además estados mentales depresivos, confusión y embotamiento.
Es muy fácil mejorar nuestro estado energético, si cambiamos la alimentación cambiamos la química de nuestra sangre, de nuestro cuerpo.
Volver a la comida real. A la fruta, verdura, frutos secos, proteína de calidad, como los huevos ecológicos, a la miel, al AOVE…
Evitar alimentos que contienen los “E-...” , colorantes, aditivos, potenciadores de sabor, aromatizantes, envasados en plásticos, calentados en microondas…
Volver a la nutrir y no a saciar el hambre con calorías vacías que no nos aportan ningún nutriente necesario para nuestro cuerpo.
Mimarnos con el “chup chup” del guiso, de las sopas, de las legumbres (sin los sacramentos, con los derivados de la industria cárnica) a los cereales integrales, a acompañar las estaciones con aquellos productos de nuestras zonas, volver a vivir en armonía.
En la próxima etapa de la Plataforma de la Escuela Krystal Esmeralda, comenzamos la sección “LA SALUD Y LAS ESTACIONES” donde veremos recetas, consejos y pautas para cada uno de los cambios.
En breve encontraréis también nuevos vídeos en el Canal de YouTube Krystal Esmeralda, no olvidéis suscribiros para recibir las novedades.
Un gran abrazo de Luz y Sonido,
Ana Isabel Gallego
