Cuando nos
disponemos a sembrar un huerto o jardín, lo primero que tenemos que
hacer es desbrozar y eliminar obstáculos.
Después se
rastrilla y se deja el terreno limpio. Entonces es cuando podemos
empezar a abonar y aportar nutrientes que mejoren la calidad del
terrreno.
Cuando iniciamos la
siembra, si conocemos la simbiosis, que ciertas plantas aromáticas
pueden realizar con nuestras hortalizas o plantas ornamentales, las
tendremos protegidas de plagas y enfermedades.
Nuestro cuerpo, como
cualquier ecosistema, tiene su propio mecanismo de autorregulación y
capacidad de mantener su equilibrio, manteniendo todos los habitantes
del conjunto en perfecta armonía e interacción.
Cuando el terreno se
altera, por un exceso de resíduos o falta de nutrientes, el
ecosistema se ve alterado, produciendo la proliferación de agentes
patógenos, como parásitos, hongos, virus y bacterias.
Si el propio sistema
biológico está en óptimas condiciones, es más difícil que éstos
agentes nocivos proliferen y se hagan con el control del sistema.
Es por eso, que es
tan importante, sobre todo en estos momentos, cuidar el terreno.
Aprovechar el verano
para recargarnos de energía y depurar nuestro organismo, para
después fortalecerlo, nos ayudará a estar preparados para gestionar
las posibles situaciones que se nos presenten.
Como veíamos, las
plantas aromáticas, plantadas entre nuestras flores y hortalizas,
nos ayudan a alejar insectos y plagas.
Plantas como el
albahaca, el tomillo, la lavanda, el ajenjo, entre otras, son grandes
aliadas para este fin.
Encontramos en la
naturaleza numerosas plantas que nos pueden ayudar a protegernos y
eliminar plagas, por ejemplo, utilizar el tomillo, el orégano, la
artemisia annua, el laurel, ajenjo, ajedrea… en infusión y
de uso cotidiano en la cocina, en aromaterapia en nuestro hogar, en
aguas perfumadas, pueden sernos de gran ayuda.
Utilizar en la
cocina los majados y adobos con ajo y orégano, aromatizar el vinagre
y el aceite de oliva con romero, tomillo, clavo, pimienta negra,
ajedrea, mejorana, además de enriquecer nuestras comidas, nos
ayudarán también.
Cuidar nuestra
alimentación, eliminando todas las harinas procesadas y refinadas,
el azúcar refinado, carnes rojas y volver a una alimentación rica
en frutas, verduras, legumbres, aceite de olival, frutos secos y
semillas, nos harán disponer de los nutrientes necesarios para
nuestro organismo.
La alimentación es
muy importante, pues podemos cambiar la química de nuestro cuerpo,
dependiendo de lo que comemos.
A nivel energético
los efectos son inmediatos, pues ciertos alimentos, literalmente nos
embotan la mente y bajan nuestro nivel de atención.
Cuando nos
alimentamos con alimentos que contienen energía vital, nos llenamos
de ella.
Las frutas y
verduras maduradas al Sol, son alimentos vivos, con todas las
vitaminas y la energía del Sol.
Cuando preparemos
nuestros alimentos, hagámoslo con el mayor amor posible hacia
nuestro cuerpo.
Debiéramos de
cuidar nuestro cuerpo con la conciencia de ser algo sagrado, pues así
es, es el recipiente donde habita nuestro espíritu y gracias al
vehículo físico, nuestra alma puede experimentar la materia y
aprender lo que necesita para su crecimiento.
Limpiarlo con amor,
perfumarlo con esencias naturales y aguas perfumadas con plantas y
flores.
Disfrutar de la
Naturaleza, del Sol, del Agua.
Entrar en
común-unión con todos los Seres de todos los planos y reinos que
habitamos este maravilloso SER, GAIA.
Cuidar nuestras
relaciones, dar y recibir y la frase que siempre repito en mis cursos
de crecimiento personal “A LA PERSONA QUE MÁS AMOR LE VOY A DAR ES
A MI MISMA Y ESTO NO ES EGOÍSTA”
Si yo estoy lleno
puedo dar, pero si tengo carencias no puedo dar a nadie.
Espero que estos
consejos, os puedan ayudar y todos dispongamos de una frecuencia
vibratoria superior a la de cualquier “bichito” pues si no hay
resonancia, no existirá en nuestra realidad.
Si quieres seguir
aprendiendo y abrirte a una nueva manera de vivir, quizás los cursos
que imparto, de forma presencial y online, puedan interesarte. Si es
así, no dudes en ponerte en contacto y te informaremos.
Un gran abrazo de
Luz y Sonido,
Ana Isabel Gallego.